16 de Noviembre 2023

Es necesario explicar el sentimiento de la mayoría de los israelíes frente a los acontecimientos del sábado 7. La guerra en Israel es un asunto existencial que une a todos, aun a los mas religiosos, los cuales ni reconocen (por lo menos hasta ahora) al “Estado sionista”.

Los judíos llevan en su memoria colectiva mas o menos inconsciente el recuerdo de centenares de pogroms, autos de fe y otras lindezas perpetradas contra ellos durante milenios.

En occidente imaginan a Israel como el país de los judíos europeos, insertados en el Medio Oriente. Nada mas lejos de la realidad. Gran parte de la población de Israel proviene de países árabes o musulmanes, en los cuales no faltaron pogroms, segregación y ciudadanía de segundo orden, como prescribe abiertamente el Islam.

Los árabes inventaron relatos de convivencia ideal con los judíos antes de la creación de Israel. Nada mas lejos de la verdad. En Marruecos los judíos debían vestir ropas con la costura para afuera, para así poder ser identificados de inmediato. Los judíos podían vivir únicamente en barrios designados para ese fin, desde lo que después fuera España hasta el Indo. En las cortes, el testimonio de un judío no tenia valor. La colectividad debía pagar un impuesto especial por no haberse convertido al Islam. En Samarkanda, el Emir recibía a los ancianos judíos una vez por año, cuando venían a pagar dicho impuesto. El Emir entonces le daba una cachetada al judío mas prominente. Esa era la “convivencia”.

Jerusalén era una ciudad con mayoría judía desde que hay referencias estadísticas. Pese a esto, nunca hubo un intendente judío hasta después de la guerra de los seis días. Ni los otomanos antes ni los ingleses después creían que un judío podía gobernar algo, y por supuesto NO Jerusalén.

Así resulta que todos los judíos israelíes, tanto europeos como provenientes del mundo musulmán, llevan una carga emotiva que las barbaridades del sábado 7 solo podían exacerbar.

Todo esto decantó y los israelíes se ven solos contra el mundo. Eso empieza con los funcionarios del gobierno y se extiende a todas las capas del pueblo.

El acto de terror del sábado 7 hubiera conmovido cualquier país, pero en Israel sacó afuera todos los temores, todo el resentimiento, la sensación de inseguridad perpetua que acompaña a los judíos desde hace siglos. Al mismo tiempo, la noción que Israel tiene un ejército voluntario bien equipado, señala una realidad distinta a la del recuerdo atávico. Esta disonancia es evidente a quienes quieren verla. Por un lado la inseguridad como sentimiento prevalente en la mayoría de la población y por otro la confianza en el ejército.

En Israel, “NUNCA MAS” no es una frase hueca recordando el holocausto. Quienes no tienen en cuenta lo mas arriba anotado nunca van a poder entender la relación ambivalente que los israelíes tienen con sus vecinos, de los cuales algunos hicieron las paces por escrito, pero no podes terminar de creer.

Israel nunca mas tendrá un cuello de 17 km de ancho en el medio del país. Israel siempre verá al río Jordan como su línea defensiva oriental. Igual con Sinai en el sur, que esta desmilitarizado. En cuanto a Líbano, la línea defensiva convenida con los libaneses y Jizbola pasaba por el río Litani, pero un gobierno muy flojo en cuidar los intereses de Israel permitió que los terroristas de Jizbola se instalen sobre la frontera misma. Esperemos que esto se corrija dentro de poco.   


En el viejo barrio judío de Girona. El Call en hebreo es El Cahal o sea la comunidad.


Jardins de Miramar, Montjuic (o sea el Monte de los Judíos), Barcelona. Solo se encontró el cementerio medieval, que es todo lo que quedó de la comunidad masacrada en 1391, mucho antes que los reyes católicos expulsaran a todos los judíos.
Un detalle interesante de esta foto es que el árbol posando para mi es un ombú, lejos de sus pagos en la pampa, plantado ya hace mas de un siglo junto a algunos mas. En Catalan lo llaman Bellaombra, o sea bella sombra. (ya se que este árbol es una hierba, pero igual).


Gheto es  un barrio periférico de Venecia, cerca de los astilleros, que dió nombre a todos los ghetos que vinieron despues. Como no había mucho lugar, las casas crecieron a lo alto y las familias vivían hacinadas en pocos metros. Los edificios se apoyan los unos en los otros ya que el fondo es una laguna. En este gheto se publicaron los primeros libros impresos en Idish y Hebreo. Uno de los primeros fue una traducción de hazañas de un caballero como le gustaban a Don Quijote, de nombre Bove. Este libro tuvo muchas ediciones en Idish a partir de 1520. En Idish el nombre era "Maasiot Bove" o sea las hazañas de Bove. De ahí que todos los hechos imaginarios pasaran a ser "Bove Mainses". La gente olvidó de donde provenía la cosa y siendo que Bove suena casi igual a bobe, que quiere decir abuela, hechos imaginarios en hebreo hoy se califican como "cuentos de la abuela".  



El cementerio judío de Sarajevo 



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