26 oct 2023

Esta mañana, tempranito, me senté en el balcón con un café con leche. Pasé por los titulares del diario Maariv de los viernes que es como un diario del domingo en Buenos Aires. No tengo paciencia para leer artículos. Tengo bastante con lo que se filtra a mi croqueta de los medios y del medio ambiente. Ahora recuerdo que alrededor del año 1960, mientras estudiaba en la U. Hebrea de Jerusalén recibí una vez por semana (“par avion”) el diario La Nación resumido en 4 hojas de papel de arroz. Había algo de información local, mucho de carreras de caballos y “sociales”. Estas últimas eran siempre lo mismo, cada vez bajo otro apellido identificado con la oligarquía y una lamida de culo por parte del diario. En fin, un bodrio. Que diferencia con estos días, que las noticias se publican casi antes que el suceso se produzca…El caso del hospital que no fue bombardeado es típico. Pero muchos periódicos aun no se dieron cuenta. Y todavía no llegamos al hospital mas importante de la Franja, que probablemente sea atacado ya que es el cuartel general del Hamas. Estoy seguro oiremos de este hospital en los próximos días.  

Un ingeniero del high tech local anotó el horario en que cayeron los misiles de Hamas en la zona central de Israel durante estos días. En una entrevista sostuvo que la mayoría de los misiles cae del minuto 59 al minuto 04 de ciertas horas. Tambien el minuto 31 es peligroso, pero no tanto. Los peores momentos del día son los minutos 19:59 hasta 20:04 y también alrededor de las once de la noche. Por eso hay que evitar ducharse a esas horas, so pena de tener que salir desnudo y mojado de la ducha y correr al bunker.

Recordemos que los primeros días despues de la matanza del 7/10 todos esperábamos que la respuesta de Israel fuera una operación por tierra “durante los próximos días”. A medida que pasó el tiempo este pronóstico fue desvirtuado por los hechos. Esto me recuerda el viejísimo cuento del vecino que se fue a quejar a lo del vecino de arriba porque este hombre daba todas las noches 2 golpes en el piso que le molestaban para dormir. El vecino de arriba pidió disculpas y explicó que lo que pasaba era que el se sacaba los zapatos y los tiraba al suelo. Prometió no volver a tirar los zapatos. Esa noche el quejoso no pudo dormir ya que hubo un golpe y el se pasó la noche esperando el segundo golpe. Lo que pasó fue que el vecino de arriba, despues de tirar el primer zapato recordó su promesa y no tiró el segundo.

Aquí también, todos esperaban la entrada por tierra de Israel. Pasaron mas de 20 días y eso todavía no pasó. El primer zapato son los ataques aéreos que están degradando las fuerzas de Hamas. El segundo zapato tambien caerá, pero tal vez ni los comandantes del ejército saben cuando ya que hay muchas coordinadas a considerar buscando el momento óptimo.

Agios Nikolaos, Creta, Grecia