El tubo digestivo en las civilizaciones occidentales

 

Desde la antigüedad en muchas culturas (griegos, etruscos, romanos) y hasta nuestros días, se suele considerar la comida como una cuestión socio-cultural, tanto así que tenemos cuadros de gente comiendo en compañía, mientras bailarines y música amenizan la ocasión.

Estas situaciones fueron bautizadas “banquetes”, palabra que por un lado parece provenir de banco, palabra que en occidente significa mueble para sentarse en el. Digo occidente porque los japoneses no los usan y prefieren sentarse en cuclillas. Tambien puede que “banquete” provenga de “banco” pero en el sentido de que estos días hay que ser dueño de un banco para darse el gusto.

 Google me dice que en griego al banquete lo llamaban “symposium” que proviene de "el vocablo sym (comer) y posium (beber)". 

Hasta el día de hoy en los simposios sirven algo de comer y café, pero comida, lo que se dice comida, suele ser obviado o se paga aparte.

Tambien aprendí que en castellano banquete proviene del francés “banquet” que lo tomó del italiano “banchetto” o sea “banco pequeño”. Se ve que quien difundió este término no apreció el tamaño de algunas posaderas.

 En ciertas culturas clásicas (griega, romana), la función de la otra punta del tubo digestivo, también ella era celebrada, y se realizaba en común en cagaderos públicos donde los congregados se aliviaban en compañía, pero esta vez sin acompañamiento musical, salvo el que los culos presentes producían. (podría haber usado palabras mas suaves, pero no cabe duda que se hubiera perdido la contundencia de un término mas escatológico).

 Letrina pública en Ephesos, durante el imperio romano, hoy en día Turquía. Pese a que en la antigüedad no había muchos turistas, había que pagar para entrar. 

 En los castillos de la edad media era común que el necesitado acudiera a orificios expresamente ideados para que los excrementos cayesen a distancia. Supongo que después de un tiempo dichos lugares juntaban una pequeña colina, apreciada por los insectos, etc. De vez en cuando juntaban el agua de lluvia y la tiraban por estos agujeros para limpiar el caño. Los campesinos de la zona recolectaban el material seco para usar como abono, igual uso que le dan a la bosta de los animales. El olor a amoniaco que tanto nos disgusta estaba considerado beneficioso para la ropa, ya que se pensaba que los piojos, chinches, etc. también se alejaban de el. Es por eso que las mujeres colgaban sus ropas cerca de los tales montículos para higienizarlas!


Tres sistemas medievales: a la izquierda el usado por los mandamases del castillo. A la derecha cabinas sobresalientes, dos con chimenea y dos sin para la tropa.

El rey Enrique VIII tenía en su palacio Hampton Court una pieza adyacente al dormitorio con un gran sillón acolchado y en el medio un agujero por donde caían a la planta baja los desechos reales. Un cortesano acompañaba al rey durante dicho esfuerzo físico. Esta era una tarea de privilegio. Algunos cortesanos fueron recompensados con títulos nobiliarios y alguno con la horca. En Londres el rey solía usar una caja acolchada similar al susodicho sillón, la cual era portable, acolchada y con tapa y le permitía al rey cagar en cualquier lugar donde quisiera o necesitara.



En 1660, los burgueses de Londres tenían una cabina a la intemperie en el techo, dentro había un banco agujereado que se conectaba por una chimenea con un depósito en planta baja. De vez en cuando pasaba un carro y se llevaba lo ahí acumulado. Trabajo de mierda pero seguro.

Recien en 1884 un hojalatero ingles inventó el inodoro, que consiste en un sifón con agua atrapada que impide que los olores invadan el ambiente. Es por eso que el sistema se llama “water closet” o WC. Los que vieron alguna vez las letras “OO” en los retretes sabran que también ellas son del inglés y quieren decir “Officers Only”. Los soldados ¡que se vayan a cagar!

Este artilugio (el inodoro) tuvo un enorme éxito con el público y con las autoridades sanitarias. PERO nunca alcanzó el éxito de los banquetes, pese a que ambos están relacionados. Hoy en día no existen lugares donde amigos puedan sentarse en sus respectivos inodoros a charlar un rato, pese a que estos mismos amigos se sientan a comer juntos. Los inodoros públicos están encerrados en cabinas, cosa que dificulta la conversación.

 Conclusión: 

El tubo digestivo se divide en dos partes: la parte superior es muy apreciada y es parte formal de la cultura humana. Esto ocurre desde los albores de la historia.

La parte inferior, pese a ser tan importante como la superior, es usada pero no apreciada. Si bien hubo algunos excéntricos que resolvieron comer sentados en inodoros, esto no cundió en los círculos sofisticados y pasaron al olvido.

En cuanto al inodoro, este invento genial sigue cumpliendo también en nuestros días.

¡Ojo! Lo de Marcel Duchamp fue un urinal, que merece comentario aparte. 

Recién en 2016 fue que un artista italiano recurrió a la forma del inodoro para expresar no se que y quien pagó el gasto fue el museo Guggenheim. Claro que después de Duchamp cualquier uso de sanitarios para expresar lo artístico me parece trillado y gastado.

 


Tres tipos de inodoros en uso en nuestros tiempos: francés, ingles y alemán.

Falta aquí el inodoro de los aviones que funciona con ayuda de poco líquido y mucho vacío tipo aspiradora. Mel Brooks señala que hay que tener cuidado ya que estos inodoros al funcionar pueden llevarse una billetera o un llavero.

 

Retrete ruso que permite mantener un diálogo fructífero tete a tete y a media luz. 

Quien quiera leer mas del asunto puede entrar en

https://es.quora.com/Qu%C3%A9-hay-tras-las-idiolog%C3%ADas-de-los-inodoros-franc%C3%A9s-angloamericano-y-alem%C3%A1n-Por-qu%C3%A9-el-agujero-esta-en-diferentes-posiciones-No-deber%C3%ADa-haber-un-inodoro-universal

y que se divierta.

Comments

Popular posts from this blog